... Gélido y Dulce

como tu piel ...

Día 3

Me desperté, mareado, mi hermana estaba golpeándome, con su mochila.
- ¡Vamos a llegar tarde!
Me levanté sobresaltado y miré la hora, era la hora de empezar las clases.
- Oh no, lo siento.
Me empecé a vestir lo más rápido posible, ¿cómo no escuché el despertador? Cogí mi mochila y jalando a mi hermana del brazo bajamos corriendo las escaleras, y corriendo llegamos al colegio. Una vez mi hermana hubo entrado empecé a caminar hacia el instituto, pero mi mareo era demasiado fuerte. Decidí ir a casa. En esto que llegué deje la mochila y me quité el abrigo, fui a la cocina y me puse a hacer dos huevos revueltos, una vez echos los eché en un plato y me preparé un café. Me senté a la mesa, con la comida ya servida y di un sorbo al café... Entonces como un volcán en erupción, mi cabeza empezó a dar vueltas a la fría noche, cuando Vlad habló con papá, cuando nos alejamos de casa, cuando me hizo abrazarle y cuando.... un momento... ¡traspasé su mano!
- No, definitivamente no, es imposible, las personas no se traspasan, quizá solo fue una alucinación instantánea, quizá di la mano al aire y por el sueño me pareció traspasarle. Joder, esto no pinta nada bien, tengo el sueño totalmente trastornado, y ese chico, cada vez que estoy con el siento que pasan cosas raras, incluso me siento distinto...

A veces hablar conmigo mismo me calmaba, aunque esta no era una de esas veces. Al terminar de desayunar, sin dejar de dar vueltas a la noche anterior me tumbé en el sofá, aun mareado. Seguramente cogí frío anoche. Puse la tele, estaban echando un documental de peces. Miré al agrietado techo... entonces caí de lleno en un nuevo sueño...

Estaba caminando por el bosque, crucé corriendo y llegué a una carretera, un coche pasó demasiado cerca y pitó. Esto ya lo he vivido antes....
Llegué a un parque, los columpios de mi anterior sueño seguían ahí, pero Vlad no estaba. Me senté en uno, y me columpié dos veces, no me resultaba divertido. Entonces vi una figura acercarse, era Vlad, me saludó con la mano y se puso en frente mía.
- ¿Por qué no has ido a clase?
- Porque no me encon.... un momento, ¿cómo sabes que no he ido a clase?
- Porque vamos al mismo instituto y no te he visto a la entrada.
- Pero si.. bah da igual.
- Respecto a lo de anoche...
- ¿Sí?
Deseaba que me diera la razón, fue demasiado real como para no creerlo, estaba casi seguro de que no fueron alucinaciones mías.
- Iré el sábado al cine.
....
- Ah.. jeje.. vale.
No era para nada lo que esperaba, pero que iba a hacer, sonreí extrañado, y entonces otra duda cayó sobre mi cabeza...
- Oye, esto de hablar contigo por aquí... ¿es real?
- No lo sé, ¿y tú?
Dijo sonriendo mientras se sentaba sobre mis rodillas y apoyaba su cabeza en mi mano agarrada a la cadena del columpio. Miré atónito, pero que iba a hacer, al fin y al cabo era un sueño.
- No lo sé... Pero tu me dejaste claro que hablaste conmigo en sueños.
- Bueno, tu fuiste el que habló conmigo.
- ¿Crees qué estoy perdiendo la cordura?
- ¿Qué es eso?
- Da igual déjalo.
- Sabes.. podemos hacer una cosa para saber si de verdad estamos hablando.
- ¿El qué?
De súbito, Vlad se bajó de mis piernas y me encaró de nuevo, me agarró la mano y la acercó a su boca, entonces su lengua recorrió una parte de mis venas de la muñeca, mi mandíbula colgaba atónita de mi cara. Cerré la boca, y cuando la abrí de nuevo para decirle que parase mi propio grito de dolor fue lo único que salió, al sentir la fuerte mordedura de Vlad en mi muñeca, entonces todo se volvió en una espiral extraña...

Abrí los ojos levantándome de golpe del sofá, me limpié la frente, llena ahora de sudor, y justo reparé en mi mano, tenía la marca de la mordedura de Vlad, miré al principio sorprendido, luego asustado y me fui al baño, me lave la muñeca y la cara, me dí varias tortas para cercionarme de que estaba despierto. Luego subí a mi cuarto, ya era la una, hice la cama y me fui a dar una ducha, tras salir, una vez vestido puse a cocer unos espagueti. Cogí mi abrigo y salí de casa, una vez haber recogido a mi hermana volvimos a casa. Mi padre ya estaba esperándonos, sentado en la mesa, como un niño pequeño esperando su chupete, mandé a mi hermana a lavarse las manos y serví la comida. Me senté en frente de mi padre, quien no tardó en hablar.
- Tu amigo Vlad es muy simpático, pero te doy la razón, es un muchacho extraño...
Miré a mi padre algo molesto.
- No tenías que invitarle a entrar.
- ¿Por qué te molesta tanto?
- No lo sé, supongo que no me gusta que mi familia se lleve bien con un niñato de catorce años que se comporta como si fuera superior.
Mi padre me miró sorprendido. Pero luego continuó comiendo.
El resto de la comida fue silenciosa, mi hermana enseguida se puso a ver los dibujos y mi padre empezó a recoger la mesa, yo empecé a subir las escaleras, despidiéndome de mi padre.
En mi cuarto llamé a Claire, decidimos quedar, esta tarde vendrían ella, Lucy y Seth, para contarme el plan de mañana y darme los deberes de hoy. Quedamos a las 5, hasta entonces tenia unas 2 horitas por delante aburridas, cogí mi cuaderno de bocetos y comencé a dibujar a mi gato.

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